He estudiado y trabajado en el mundo del cine, lo que me ha permitido conocer a profesionales de gran peso en el sector de los que he aprendido mucho. Por resumir, podría decir que no grabo bodas, creo vídeos de boda y los edito como si fuesen películas para que obtengas un resultado, no solo profesional, sino también único, algo que quieras ver una y otra vez y que te transporte a ese día especial tal y como lo viviste.

El ojo de un videógrafo de boda profesional debe ser capaz de capturar no solo lo que pasa, sino también su contexto, el aura que envuelve la escena y las emociones que no se ven, pero se respiran. Claro que, una cosa es grabar a secas y otra es elaborar algo profesional. ¿Qué es lo que quieres para tu boda?